La presencia de jóvenes del sexo opuesto, que hasta muy poco resultaban
indiferentes y hasta grotescos, produce una sensación nueva y muy difícil de
manejar que monopoliza todos los sentidos y no permite prestar atención a
ninguna otra cosa.
El espejo comienza a ser el mayor enemigo porque refleja un esquema
corporal que generalmente no se acepta porque se anhela otro, que se ha
idealizado.
La no aceptación del propio cuerpo impide o posterga el proceso de la
búsqueda de la identidad y del si mismo, que en algunos casos no se logra
nunca.
Sin el reconocimiento de una identidad propia
única e irrepetible una persona no puede desarrollarse, crecer ni madurar.
La atracción física no es suficiente para
enamorarse. El enamoramiento abarca a la persona total, cómo es, cómo habla,
cómo camina, qué dice, su nivel de seguridad y confianza en si misma, su
capacidad de escuchar, de entender y de aceptarse tal cual es, sin miedo a no
agradar a los demás.
En realidad las personas se enamoran de quienes
les gustaría ser, a veces hasta de sus amigas o amigos del mismo sexo.
En este sentido no afecta la sexualidad normal
porque se trata de un amor platónico, que la gran mayoría de las veces no se
concreta sexualmente.
Es que para los adolescentes el amor romántico y
la atracción sexual están disociados y unir estas dos instancias exige una
maduración que muchas veces no se logra y es una causa de infidelidad en los
matrimonios.
Esta brecha se profundiza cuando se habitúan a
tener relaciones sexuales con parejas ocasionales, y por otro lado un novio o
una novia para casarse.
El primer amor suele ser maravilloso y
devastador. El sufrimiento y el placer que provoca atormentan y obnubilan,
dejando escaso margen para hacer otra cosa.
Se pierde la noción del tiempo y la percepción
se distorsiona porque sólo vemos lo que queremos ver, a una persona idealizada
que en realidad no existe.
La fuerza de esta emoción nos deja expuestos,
vulnerables y a merced de alguien casi desconocido, sin la capacidad para
mantenerse entero.
Sin embargo, todos tenemos la capacidad de
sobreponernos al primer amor, que marcará una etapa de nuestra vida que jamás
se repetirá y que aunque deje una huella dulce y amarga a la vez, nos servirá
para aprender a no disociar y poder amar humanamente a una persona total.
♥♥PORQUE NO HAY NADA MEJOR QUE ESA PERSONA ESPECIAL♥♥
La respuesta en realidad no la sé, yo creo que puede ser tanto fácil como difícil. Es una etapa donde todos pasamos por cambios, y esos cambios son pesados y de hecho nosotros ni los notamos, hasta que nos dicen "haz cambiado".
Siempre nos hacemos cuestionamientos de como es que suceden las cosas y por qué suceden. Pensamos de una manera muy abierta, nuestra mente va más alla de lo normal. Creemos que todo es "party" o relajo. Nos dejamos influenciar por toda la gente que nos rodea, algunos sienten la necesidad de ser "populares" que todos los conozcan y tengan muchos amigos, necesitamos quitarnos la venda de los ojos. Conforme avanza la vida he ido notando que no tienes tantos amigos como creías, porque solo están contigo cuando les conviene y eso no debe ser. Quieres "seguir modas" pues así según te veras mejor, te gusta que los demás compartan gustos contigo, juzgas a las personas de todas las maneras posibles aunque tú digas que no, hablar a la espaldas esta mal, pero algunos lo hacen. La verdad en esta etapa es donde aprendemos la mayor "experiencia" de nuestra vida, esa experiencia que de grandes cuando ya seamos unas pasitas, vamos a entender que no solo ser joven, niño, adulto o la vida es fácil.
Todos los adolescentes que
hay a día de hoy nos hemos encontrado en alguna situación en la que nos vemos
obligados, o con la necesidad, de mentir.Pero, cuando mentimos, ¿ganamos o
perdemos? ¿Es necesario tener que mentir? Si todos decimos que es mejor ir con
la verdad por delante, ser honrados y honestos con nosotros mismos y con los
demás, ¿por qué mentimos?.
Las
mentiras en los adolescentes son como un círculo vicioso;se encuentran
presentes constantemente, ya que, en esta etapa de la vida, no somos todo lo
conscientes que queremos ser, y eso nos hace dudar y tener miedo y, a la vez,
pensamos que tenemos la capacidad de ser más fuertes y con más valor, como para
tener todo el poder y control de la situación.
Nos
encontramos en una etapa de la vida, la adolescencia, en la que lo desconocido
que hay a nuestro alrededor y que forma parte de nuestra vida, nos obliga a
decidir de qué forma actuar: bien mentir ante una situación que nos cause
miedo, que nos pueda hacer sentir frustrados y con la sensación de malestar,
teniendo la sensación de que ganamos, o bien actuar diciendo la verdad, sin
miedo a nada y con un sentimiento de bienestar...
Voy
a intentar explicar qué significa mentir y algunos pensamientos que tenemos
cuando actuamos así. La mentira es una declaración realizada por la persona,
que se piensa o sospecha que es falsa, y que pretende que quien la esté escuchando
la crea.
Cuántos
adolescentes no habrán escuchado ese refrán que dice: “Antes se pilla a un
mentiroso que a un cojo... Y, aun sabiendo de lo cierto del dicho, seguimos
actuando igual. Las conductas no cambian.
En
teoría, para saber mentir, tienes que ser una persona muy fría, muy cerrada y
fuerte mentalmente para saber actuar cuando pretendes decir alguna mentira, no
cometer error alguno y que no se aprecien nervios y debilidad en la persona. En
estos casos, la presión de las mentiras termina haciéndote más débil,
haciéndote perder el control que pensabas tener de la situación, y terminas
hablando... Entonces, me sigo preguntando: ¿por qué mentimos?
Las
mentiras terminan dándonos problemas, y ninguna solución a problema alguno.
Gracias a las mentiras se han roto muchísimas relaciones, desde el ámbito
familiar, pasando por la calle, amigos, trabajos, estudios... hasta llegar a
nosotros mismos.
Mintiendo,
sólo conseguimos que la gente se disfrace, aparente algo que no es, que se
digan las cosas del revés, que nada sea lo que es, que se creen conflictos y,
sobre todo, mucha inseguridad e inestabilidad en todo lo que nos rodea.
A
día de hoy y de mañana, las mentiras nos persiguen y nos perseguirán, y, aunque
esto sea algo que nunca se acabe, sí que es un tema que deberíamos de
controlar, porque la sociedad del futuro es la realidad del presente y, a pesar
de que nos sentimos en muchos casos obligados a decir mentiras para evitar
conflictos con personas que nos rodean, tenemos que intentar ganar valores como
la confianza, la tranquilidad y la seguridad, para así poder controlar las
situaciones.
La moda es para muchas personas una expresión cultural. Otros en cambio lo consideran una tontería o algo sin importancia. Pero además de la faceta que ocupa en la vida de cada uno, la moda tiene un efecto secundario muy importante en las familias en las que hay adolescentes, suele ser la principal fuente de conflictos entre padres e hijos.
Los hipsters
Van por la vida con anteojos cuadrados, gorritos de lana, iphones y con su café latte de Starburks mientras suben fotos de triangulos con fondo de vía lactea y se sacan fotos con un bigotito falso. Aunque admitamos, que a algunos les queda bastante bien este look. Expansores
No hay nada mas lindo que abrirte la oreja y meterte una tapita de coca cola ahí !, chiquitos no quedan tan mal pero ya cuando el agujero es mas grande que la oreja asusta mucho.
Fumar
Sea marihuana o cigarrillos
Mujeres fanáticas del fútbol
Lo único que hacen son ponerse una camiseta de su papá/hermano etc. y sacarse fotos en el espejo o dándole besos al escudo en vez de ver los partidos
Decirle te amo a todo el mundo
Ya le sacaron el valor a esta palabra, personas con las que tienes cero confianza ya por cualquier cosa te dicen "Te amo" CUALQUIERA. Subir conversaciones con tu novio a Twitter/Instagram
"DEJA DE INTENTAR TANTO SER ALGO QUE NO ERES SOLO PARA AGRADAR A LOS DEMÁS. NO FUNCIONA DE ESA MANERA. EN EL MOMENTO EN QUE DEJES DE INTENTAR CON TANTO ANHELO SER ALGO QUE NO ERES, EN EL MOMENTO EN QUE TIRES TODAS TUS MASCARAS Y ACEPTES QUIÉN ERES EN REALIDAD, ENCONTRARAS QUE LA GENTE SE SIENTA ATRAÍDA POR TI, SIN ESFUERZO ALGUNO."
Somos jóvenes. Los que ahora son adultos alguna vez lo fueron. Después de algún tiempo algunas personas empiezan a envejecer debido al transcurrir de los años, a las enfermedades y los problemas que los afligen -que nunca faltan-. Pero si mantienen su corazón lleno de aspiraciones, no podrán dejar de ser jóvenes. Por eso vamos a catalogar a la juventud como «un gran don que perdura durante toda nuestra existencia».
